"Cualquier hombre es un violador en potencia"
Psiquiatra Genoveva Rojo
Así de rotundo se pronuncia el feminismo retrógrado que pretende castrar al hombre. Y no, no se confundan. No es el feminismo más radical que uno pudiera pensar... porque la información que hoy traemos es de hemeroteca, concretamente del 7 de agosto de 1980 del diario "El país".
Afirmaciones como la citada forman parte del feminismo como ideología de género que pretende mancillar las relaciones humanas entre varones y hembras, busca quebrantar la armonía de sexos con una nueva base: la igualdad que solo puede alcanzarse con la guerra de sexos. El marxismo primero nos trajo la guerra de clases, ahora su nueva modalidad es la guerra de sexos.
¿Y que dicen tan abyectos productos que desearían tener un miembro viril en vez de hacer bollos? Perlas de este calibre:
Cualquier hombre es potencialmente un violador en un sentido amplío de la palabra: está preparado para ello y puede llegar a hacerlo
Y el tiempo, gracias a una sociedad enferma ginecocrática, casi les ha dado la razón porque con la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género; machacaron el principio de inocencia del hombre (sólo de aquellos que físicamente fueran hombres, dejando desamparadas las situaciones de maricones y, paródojicamente, sus amigas tortilleras).
Esto del feminismo no es un invento reciente, la ideología de género viene desde mucho atrás y reivindicaciones que quizás nos puedan parecer surrealistas a día de hoy, el tiempo las acaba encuadrando de una manera sinuosa en un Ordenamiento Jurídico con el beneplácito de una ciudadanía enferma y un hombre sojuzgado (cuando no, un pagafantas que se deja sodomizar en vez de empuñar su arma viril).
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