El Hombre que no se doblega a las fuerzas ginecocráticas.
El final Disney no se lo cree nadie, en la vida real al segundo cartelito la tia le habría puesto una demanda de acoso sexual.
Toda la razón. A la mínima te tratan como si fueras un perturbado o un obseso, haciendo relucir su machismo interesado para hacerse aparentar como recatadas, cuando en el fondo vete a saber dónde han puesto la boca y lo que no es la boca.
El final Disney no se lo cree nadie, en la vida real al segundo cartelito la tia le habría puesto una demanda de acoso sexual.
ResponderEliminarToda la razón. A la mínima te tratan como si fueras un perturbado o un obseso, haciendo relucir su machismo interesado para hacerse aparentar como recatadas, cuando en el fondo vete a saber dónde han puesto la boca y lo que no es la boca.
ResponderEliminar